Es recomendable comer avellanas en situaciones de esfuerzo físico.
Es una buena fuente de ácidos grasos mono y poliinsaturados. La OMS establece que en la dieta entre un 30 y 35% de la energía la deben aportar los lípidos y que un 3% de esa energía deben ser ácidos grasos esenciales (linoleico y linolénico).
También es rica en proteínas, aunque para que el aporte sea completo deben de incluirse en la dieta proteínas de origen animal, cereales y legumbres. Es importante su aporte en calcio, necesario para los huesos, la coagulación, contracción muscular e impulso nervioso.
Presenta en su composición ácido fólico, necesario durante la gestación para el desarrollo del feto y zinc, elemento importante durante el desarrollo infantil.
Valores nutricionales por cada 100 gramos de avellana cruda